Ah, la protección, qué delicada tarea.
Qué dificil resulta en ocasiones tener a buen recaudo, protegido de ocasionales y accidentales impactos, bienes tan preciados como nuestro iPhone.
Como relataba un humorista, Dios en Su infinita sabiduría protegió nuestro cerebro, el órgano más preciado de nuestro cuerpo, con el cráneo, un recubrimiento esférico de duro hueso que le impedía recibir golpes de forma directa. Corazón y pulmones, órganos que le siguen en importancia, también reciben su dósis de protección ósea mediante una resistente jaula de costillas que impiden contusiones.
Y para los testículos… un par de bolsitas de piel. Pues vaya, muchas gracias. ¿Deseas saber más?
Hasta ahora no te has parado a pensar si tu iPhone es macho o hembra, simplemente te lo echas al bolsillo y ya está, pero no basta con ponerle una funda de silicona alrededor. Hay que dejar claro si tu aparatejo favorito es niño o niña.
En Phoneballs tampoco es que piensen en todo, para que nos vamos a engañar, pero digamos que tampoco se pasan el día sin dar ni bola. No podrías decir que se tocan las ídems. En su lugar se dedican a imaginar como añadir una nota de originalidad a una simple funda y además por una buena causa.
Porque el 10% del precio de esta funda va destinado a la investigación del cáncer de testículos, y qué mejor forma de hacer patente la preocupación por esta enfermedad que llevar tu iPhone enfundado en una de estas. Como dicen los propios fabricantes, seas hombre o mujer, alguna vez en tu vida habrás tocado o sido tocado por unas pelotas y ¿no quieres contribuir a que sigan sanas?
La funda permite además disfrutar de ese pequeño aditamento que la hace diferente, ahora mientras tienes tu iPhone en el bolsillo puedes jugar con las pelotas (las de la funda)… incluso si llevas el iPhone en el bolsillo superior de la chaqueta, que eso te pongas como te pongas no podías hacerlo sin esta funda.
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